Aunque es normal sentirse triste después de una pérdida, los sentimientos asociados con el dolor deben ser temporales. A veces los sentimientos duran más tiempo, o usted puede tener problemas para lidiar con sus emociones. Cuando esto sucede, el duelo puede convertirse en depresión. Los síntomas del duelo y la depresión son similares.
La buena salud emocional comienza con ser consciente de los pensamientos, sentimientos y comportamientos. Aprender formas saludables de lidiar con el estrés y los problemas es una parte normal de la vida. Es importante sentirse bien consigo mismo y tener relaciones saludables.
Según Fred Kofman, aprender a gestionar las emociones es una danza de expresión consciente, no una lucha de dominación o sumisión. Por lo tanto, el uso inteligente de la energía emocional requiere conocerla, entender sus orígenes y respetarla sin traicionar los valores y objetivos trascendentales que uno tiene. Las emociones son buenas consejeras, pero pésimas dueñas.
La conexión de Mindfulness y la Inteligencia Emocional parte del conocimiento de que Mindfulness es un componente fundamental de cada uno de los principales aspectos de la gestión emocional; ya que para ser emocionalmente inteligente, primero debemos ser consciente de las propias emociones para posteriormente, tener la capacidad de gestionar nuestra respuesta emocional.
El mindfulness se ha transformado en un excelente aliado para la autorregulación de las emociones. La idea central es que no somos nuestros pensamientos ni nuestras emociones, por ende, podemos manejarlos. Por ejemplo, una persona tiene un pensamiento, emoción o sensación corporal, en dónde al meditar se puede observar y aceptar con apertura, focalizándose en la propia respiración para luego dejarlo ir.
La inteligencia emocional desempeña un papel fundamental en el ámbito del trabajo y en el éxito de una organización y, no menos importante, contribuye a que las personas que las componen desarrollen experiencias de liderazgo retadoras, gratificantes y de aprendizaje.
El desarrollo de la conciencia es una forma efectiva de cultivar la autoconciencia. Con la atención, podemos entrenarnos para notar nuestros pensamientos, sentimientos y lo que nos rodea. Y, con esa conciencia, podemos elegir si o cómo responder a lo que experimentamos.